viernes, 1 de agosto de 2008

RESUMEN DEL LIBRO. CAP 13-17




Libro: SEGURIDAD INDUSTRIAL Y SALUD (Cuarta edición)


Autor: C. RAY ASFAHLPag: 257- 415




González Aguilar. Carmen T.Perez IvannaTorres Christian.




CAPITULO 13: SUSTANCIA PELIGROSA




Toda sustancia cuya toxicidad aguda o crónica, reactividad y propiedades electromagnéticas y ionizantes pueden generar efectos nocivos a la salud humana, animal, vegetal o alterar significativamente los mecanismos de transportes naturales del medio ambiente.


Las sustancias peligrosas están presentes en muchos lugares de trabajo. Un estudio reciente revela que el 16 % de los trabajadores declara manipular productos peligrosos y que el 22 % está expuesto a emanaciones tóxicas. Por la índole de su trabajo, numerosos profesionales de la agricultura pueden verse expuestos al contacto con productos químicos, como plaguicidas, fármacos veterinarios, disolventes y lubricantes.


La exposición a sustancias peligrosas entraña unos costes sanitarios muy elevados. Como ejemplo, se calcula que las enfermedades cutáneas suponen cada año unos 600 millones de euros en la UE, y sólo en el año 2000 provocaron la pérdida de 3 millones de jornadas laborales en los 15 Estados miembros.
Las sustancias peligrosas pueden causar lesiones de índole muy diversa, sea por causa de una sola y breve exposición a las mismas o por una acumulación a largo plazo de dichas sustancias en el organismo, incluyendo:


*Cáncer


*Pérdida de la capacidad reproductiva o malformaciones del feto


*Trastornos cerebrales


*Trastornos del sistema nervioso;


*Asma


La legislación obliga a las empresas a proteger la seguridad y la salud de los trabajadores:


Mediante una evaluación de riesgos, revisándola siempre que sea necesario


Eliminando el riesgo; o cuando no es posible
*Reduciendo el riesgo


*Controlando que las medidas de control sigan siendo eficaces.


Legislación.


La legislación trata de reducir al mínimo la amenaza que implican para la salud las sustancias peligrosas en el puesto de trabajo. En el derecho de la Unión Europea, las medidas de eliminación y de sustitución ocupan el pináculo jerárquico de las medidas de control destinadas a la protección de los trabajadores frente a las sustancias peligrosas.
Los principales instrumentos de la legislación europea en este campo son los Reglamentos sobre:Protección de los trabajadores
Los principales instrumentos de la legislación europea en este campo son los Reglamentos sobre:Protección de los trabajadores


Riesgos ocasionados por agentes químicos, y Sustancias carcinógenas (como el amianto o el polvo de madera)También existe una normativa legal relativa a la clasificación y el etiquetado de sustancias peligrosas que obliga a fabricantes y proveedores a facilitar información y a etiquetar debidamente.Es importante tener presente que las normas relativas a la evaluación de riesgos, las medidas técnicas y los límites de exposición también son aplicables a las sustancias peligrosas generadas durante los procesos de trabajo, como por ejemplo polvo de madera o humos de soldadura.



Evaluación de riesgos:




La evaluación de riesgos es una obligación contemplada en la legislación, evaluar riesgos implica determinar qué es lo que puede causar daño, a fin de adoptar medidas preventivas. Una correcta evaluación de riesgos es la base para una correcta gestión de riesgos.




La evaluación de riesgos en cuatro fases; Haga un inventario de las sustancias utilizadas y generadas en los procesos de trabajo, como humos de soldadura o polvo de madera. Evalúe las sustancias utilizadas en el trabajo, incluidas todas aquellas sustancias nuevas que se introduzcan.




Reúna información sobre dichas sustancias, es decir, sobre los daños que pueden causar y en qué contexto. Las fichas de datos de seguridad (FDS) que deben ser facilitadas por el proveedor de un producto químico constituyen una importante fuente de información.
Evalúe la exposición a las sustancias peligrosas identificadas, teniendo en cuenta el tipo, la intensidad, la duración, la frecuencia y la incidencia de la exposición de los trabajadores, incluidos los efectos combinados del uso conjunto de las sustancias peligrosas y de los riesgos relacionados.Ordene de acuerdo con su gravedad los riesgos establecidos. Esta lista puede utilizarse a partir de ese momento para elaborar un plan de protección de los trabajadores.




Es importante que la evaluación incluya los incidentes previsibles, el trabajo de mantenimiento y el plan de medidas que haya de adoptar en estas situaciones, incluidos los primeros auxilios.Dónde obtener información sobre sustancias peligrosas


La evaluación de riesgos debe incluir un inventario de sustancias peligrosas, que facilitará también indicaciones sobre las prioridades en materia de eliminación y sustitución al permitir comparar los datos relativos a las sustancias utilizadas, es decir, la cantidad, el proceso, el número de trabajadores expuestos, los resultados de las mediciones realizadas en el lugar de trabajo o las estimaciones de exposición y clasificación de las sustancias. Las prioridades de sustitución establecidas en la evaluación de riesgos deberán revisarse de forma periódica y siempre que se realice algún cambio en el proceso de trabajo.




La información sobre las sustancias peligrosas puede proceder de diversas fuentes. Si bien se trata de una actividad preliminar, uno de los modos más sencillos de comparar los posibles riesgos de las sustancias es examinar la información contenida en la clasificación y el etiquetado, que debe figurar en las fichas de datos de seguridad entregadas junto con el producto químico. En el caso de sustancias para las que no se disponga de datos de seguridad, deberá ser posible obtener información del proveedor (documentos técnicos o instrucciones de uso). Los proveedores no tienen obligación de facilitar las fichas de datos de seguridad de algunos productos, como los farmacéuticos (por ejemplo, los medicamentos citostáticos).




La evaluación de riesgos deberá ser revisada siempre que se modifiquen los procesos de trabajo, cuando se introduzcan nuevos productos químicos o cuando se adapte un proceso, en caso de accidente o perjuicio para la salud y en todo caso periódicamente, a fin de verificar si sus conclusiones siguen siendo válidas.


Límites de la exposición profesional




Los valores límite de exposición profesional (LEP) relativos a sustancias peligrosas son una información importante para la evaluación y la gestión de riesgos. Sin embargo, sólo se han fijado LEP para una cantidad limitada de las sustancias que se utilizan actualmente en el ámbito laboral.
Los LEP nacionales pueden ser vinculantes (de obligado cumplimiento) o indicativos (orientación del objetivo a alcanzar). La empresa deberá velar por que el nivel de exposición de los trabajadores no supere los límites nacionales. Las listas de valores límite de exposición profesional también contienen indicaciones sobre el potencial de sensibilización y el potencial de penetración en la piel, la "notación cutánea". Una sustancia puede provocar una reacción alérgica en personas sensibles incluso en cantidades muy pequeñas, que pueden ser muy inferiores a los límites de concentración para el etiquetado y al límite de exposición profesional.Etiquetado de productos químicos, Si una sustancia o producto químico se considera peligroso, el fabricante o importador deberá colocar sobre el envase o embalaje una etiqueta de peligro en la que deberán figurar los siguientes datos:
*Nombre común o denominación comercial de la sustancia o producto y nombre y domicilio de la persona responsable de su comercialización


*Nombre de los contenidos peligrosos que justifican la clasificación de peligro
*Números de registro comunitario de las sustancias.
*Indicaciones de peligro normalizadas, símbolos de peligro, indicaciones de riesgo (frases R) e instrucciones de seguridad (frases R).
Asimismo se establecen disposiciones relativas a los preparados que contienen varias sustancias peligrosas y que requieren varios símbolos y frases para alertar del riesgo.Los símbolos de riesgo, frases de riesgo (R) y frases de seguridad (S) son indicaciones del peligro de la sustancia y de las medidas de seguridad correspondientes. Se utilizan en las etiquetas de los envases y en las fichas de datos de seguridad, a fin de advertir y orientar sobre el uso de productos y preparados peligrosos. Las frases de riesgo son presentaciones normalizadas de los riesgos potenciales que entraña el producto en condiciones normales de manipulación y uso, como por ejemplo R21 "Nocivo en contacto con la piel". Las frases de seguridad y sus combinaciones explican las medidas preventivas que es preciso adoptar, como S15 "Conservar alejado del calor".
Para el uso en el lugar de trabajo, las fichas de datos de seguridad deben contener información suplementaria más amplia y normalizada con respecto a los efectos sobre la salud, el contenido del producto, las medidas de protección adecuadas y los equipos de protección personal que puedan ser necesarios.
Las sustancias sensibilizantes de la piel deben identificarse y es preciso evaluar la exposición a las mismas. Algunos sensibilizantes químicos de la piel están clasificados y recogidos en la normativa europea. Vienen etiquetados con frases R como R 43 "Posibilidad de sensibilización en contacto con la piel" o R 42/43 "Posibilidad de sensibilización por inhalación y en contacto con la piel".


Prevención y control de riesgos


Se establecen una jerarquía de medidas para evitar o reducir la exposición de los trabajadores a sustancias peligrosas.Eliminación La mejor manera de reducir los riesgos asociados a las sustancias peligrosas es eliminar la necesidad de utilizar dichas sustancias cambiando el proceso o el producto en el que se utilizan.
Sustitución Si la eliminación no es posible, la mejor alternativa es la sustitución de la sustancia o del proceso peligroso por otra u otro menos peligrosos en las condiciones en que se emplean.Control Si no se previenen los riesgos para los trabajadores, deberán aplicarse medidas de control para eliminar o reducir los riesgos para su salud.



Eliminación y Sustitución



Es preciso eliminar toda exposición innecesaria a sustancias peligrosas. La sustitución de una sustancia por otra se realiza en tres fases:



1) Identificación de las alternativas: se trata de conocer todas las opciones disponibles. Busque procesos alternativos (para eliminar por completo la necesidad de utilizar una sustancia) y posibles sustancias de sustitución (si no es posible la eliminación). Si la sustancia que se desea sustituir se utiliza en un proceso de uso muy extendido, como la pintura a pistola o el desengrase, es probable que se disponga de una cantidad de opciones mucho mayor.



2) Comparación de las alternativas: realice una evaluación de riesgos de todas las alternativas, incluida la sustancia o el proceso utilizado, y compare los resultados. Consulte la legislación nacional aplicable en materia de salud y seguridad en el trabajo, así como la legislación medioambiental y sobre seguridad de los productos para cerciorarse de que las opciones sean legalmente válidas y compatibles y para verificar las normas mínimas que deberá cumplir.



3) Decisión: tome la decisión en función de los requisitos legales, las posibilidades tecnológicas, las posibles repercusiones sobre la calidad de los productos, los costes, incluida la inversión necesaria y la formación en el uso del nuevo producto.



Cambio del proceso
Se puede eliminar la necesidad de utilizar una sustancia o la producción de un residuo (por ejemplo, humos de soldadura) cambiando o evitando el proceso de trabajo. Por ejemplo:



¿Se puede cambiar el proceso por otro que no emita polvo, vapores o humos?



¿Es necesario realizar el proceso? (por ejemplo, comprando productos ya mezclados)



La exposición a los agentes sensibilizantes de la piel puede evitarse realiza ndo cambios en el proceso de trabajo, por ejemplo introduciendo técnicas para "evitar el contacto", con un diseño de los envases que permita evitar el contacto accidental.



Cambio de la sustancia



Si no se puede cambiar el proceso de trabajo, hay que intentar eliminar o evitar la exposición a sustancias que:



*Aumenten los riesgos de incendio y explosión



*Impliquen una elevada exposición de los trabajadores



*Propicien la exposición de muchos trabajadores



*Sean volátiles, como por ejemplo los disolventes orgánicos



*Se dispersen en el aire (aerosoles o polvo);



*Entrañen problemas de salud agudos, como por ejemplo venenos, sustancias corrosivas e irritantes



*Comporten problemas de salud crónicos, como alérgenos, sustancias tóxicas que afecten a la capacidad reproductora, etc.



*Cuyo uso en el lugar de trabajo esté restringido por normas nacionales específicas



*Hayan causado ya problemas en su empresa (problemas de salud, accidentes u otras incidencias)



*Provoquen enfermedades profesionales*Obliguen a realizar una revisión periódica de la salud (examen médico de los trabajadores)



*Puedan absorberse a través de la piel



*O sustancias que obliguen a utilizar equipos de protección personal que afecten a los trabajadores (por ejemplo, protectores de inhalación).



Ventajas de la sustitución



Eliminar una sustancia peligrosa o sustituirla por otra menos peligrosa beneficia a todas las personas que intervienen en el proceso. La eliminación o sustitución puede:



Mejorar la salud a corto y largo plazo de los trabajadores expuestos a la sustancia peligrosa



* Reducir la contaminación del medio ambiente



* Reducir los costes de la empresa gracias a: La disminución de las bajas por enfermedad



- Menor gasto en medidas de control



- Reducción de los costes asociados al cumplimiento de la normativa



- Ahorro en materia de protección contra incendios y explosiones



- Menor consumo de un producto



- Uso de materiales más baratos



- Procesos de trabajo más eficientes.



Sensibilizantes



Los agentes sensibilizantes pueden provocar sensibilización alérgica en concentraciones inferiores a los valores límite de exposición profesional normalmente establecidos. Incluso una exposición muy baja a los sensibilizantes puede provocar síntomas respiratorios de tipo alérgico en trabajadores ya sensibilizados. Por estas razones, los sensibilizantes deberán ser sustituidos cuando sea posible.



Control



Si no es posible la eliminación o sustitución, deberá aplicarse la siguiente jerarquía de control.



* Diseñar procesos y controles laborales y utilizar equipos y materiales adecuados para reducir la liberación de sustancias peligrosas, por ejemplo, aislando el proceso emisor o instalando sistemas de ventilación por extracción local.



* Aplicar medidas de protección colectiva en el punto de origen del riesgo, como ventilación y medidas organizativas adecuadas, como la reducción al mínimo del número de trabajadores expuestos y la duración e intensidad de la exposición.



* Aplicar medidas de protección individual, como equipos de protección personal, cuando la exposición no se pueda evitar por otros medios.
Reducir al mínimo la concentración, el tiempo y la frecuencia de la exposición y el número de trabajadores expuestos. Decidir si las medidas de precaución adoptadas son suficientes o es preciso mejorarlas. Investigar si se dispone de un modelo de instrucciones y directrices. Si cambian las prácticas laborales, deberán evaluarse los cambios en los niveles de exposición.



Gestión de las emisiones en origen



El mejor modo de controlar la exposición es gestionar las emisiones en su origen, incluida la prevención sistemática del polvo y los aerosoles mediante:



* Modificando el proceso de trabajo. Evite los procedimientos de trabajo que generen polvo, aerosoles o vapores.



* Utilizando las sustancias de manera menos peligrosa, por ejemplo en forma de bolitas o engrudos, en lugar de polvo o líquidos.



* Utilizando sistemas cerrados para el llenado y el transporte, por ejemplo, de sustancias en polvo o fibras.



* Controlando la exposición mediante procesos eficaces de encapsulamiento, extracción local, extractores de humos, ventilación general, protecciones contra salpicaduras, pantallas y otras medidas en el lugar de trabajo.



* Redactando un plan de mantenimiento y limpieza en el que se indiquen los intervalos, métodos y equipos de limpieza. Utilice métodos de limpieza en húmedo o aspiradoras en lugar de escobas.



Equipo de protección personal



Si no es posible evitar la exposición de otro modo, deberán utilizarse equipos personales para la protección del sistema respiratorio además de otras medidas de control viables.
*Seleccione el equipo de protección más adecuado para cada tarea o exposición. Consulte la información del fabricante para realizar una elección adecuada.



*Los equipos de protección respiratoria no deben compartirse sino ser posesión personal de cada trabajador.



*Cuando los equipos sean de uso habitual, deberán mantenerse en buen estado y limpiarse después de cada uso, cambiando los filtros cuando proceda y comprobando si presentan desperfectos técnicos o de otro tipo.



*Los equipos de uso personal, como los guantes, deben ser cuidadosamente seleccionados, utilizados, conservados y renovados.



*Existen orientaciones genéricas para la selección de ropa y guantes.



*Los propios guantes y botas de protección pueden provocar reacciones alérgicas, especialmente si son de látex o de cuero curtido con sustancias que contengan cromo. Evite su uso.



*Redacte procedimientos escritos para la limpieza, desinfección, almacenamiento, inspección, reparación, desecho y mantenimiento de los equipos de respiración.



Vigilancia y revisión



Una vez aplicada una medida de control en el proceso, deberá supervisarse su eficacia. Es necesario evaluar periódicamente el conjunto de la situación a fin de detectar deterioros paulatinos (por ejemplo, reducción de la eficacia de los sistemas de ventilación) y cambios en las prácticas laborales.



Las empresas deberán llevar registros sobre la exposición y la vigilancia sanitaria de los trabajadores que puedan verse expuestos a agentes carcinógenos y mutágenos o a determinados agentes biológicos. Los trabajadores deben disponer de acceso a sus datos personales. Estos requisitos están contemplados en la legislación nacional.




Vigilar periódicamente la exposición y los problemas de salud y repita la evaluación, sobre todo si se modifican los métodos de trabajo. Si aparecen síntomas respiratorios que puedan estar relacionados con el trabajo, deberán realizarse exámenes médicos. Registre las conclusiones. Cualquier trastorno de la piel susceptible de estar relacionado con el trabajo deberá ser notificado de manera inmediata y sometido a un examen médico. Los compañeros que realicen el mismo trabajo también pueden sufrir problemas cutáneos similares.



Formación



Una parte importante de la gestión de riesgos consiste en formar a los trabajadores en materia de evaluación de riesgos a fin de que se adopten prácticas laborales seguras. Unos trabajadores formados no sólo trabajan de modo más eficiente, sino también con mayor seguridad y menor riesgo para su salud. El riesgo que plantea una sustancia viene determinado por dos factores: las características de la misma y el grado de exposición. Mediante la formación se pretende informar a los trabajadores sobre el riesgo que entraña la exposición y lo que han de hacer para controlarla.



Información para los trabajadores



Los trabajadores deben ser informados de los riesgos con los que se enfrentan y de las medidas de prevención con que se cuenta para controlarlos. Deben saber cómo trabajar con seguridad y cómo utilizar equipos de protección si es necesario.
Las empresas también han de asegurarse de que los trabajadores y sus representantes reciban información y formación sobre:



*Las propiedades peligrosas de los agentes químicos manipulados



*El nivel, tipo y duración de la exposición y las circunstancias laborales que implican a dichos agentes



*Las precauciones adecuadas para protegerse a sí mismos y a otros trabajadores en el lugar de trabajo



*El efecto de los procedimientos de gestión de riesgos adoptados o por adoptar



*Los valores límite de exposición profesional o los valores límite biológicos correspondientes



*Y, cuando sea posible, las conclusiones que quepa extraer de las actividades de vigilancia sanitaria y evaluación de la exposición ya realizadas.
Además, la empresa también velará por que se informe a los trabajadores de cualquier cambio de circunstancias que pueda sobrevenir.
Los trabajadores también deben saber:

* A quién deben comunicar los posibles problemas sanitarios; y cómo inspeccionar su piel si se ven expuestos a sustancias que puedan causar dermatitis u otros problemas cutáneos.



Lista de control para una buena comunicación entre la empresa y los trabajadores


¿Hay una lista de sustancias peligrosas utilizadas o producidas en todos los lugares de trabajo?


¿Se dispone de una ficha de datos de seguridad para cada sustancia química utilizada que haya sido clasificada como peligrosa?


¿Se ha traducido la información contenida en la ficha de datos de seguridad en instrucciones para el lugar de trabajo que ofrezcan información práctica sobre la forma de manipular las sustancias en la rutina cotidiana?


¿Se ha colocado en cada recipiente que contenga sustancias peligrosas (tinas, frascos, depósitos, etc.) una etiqueta que identifique el producto y advierta debidamente de los riesgos físicos (por ejemplo, explosiones) y sanitarios que puede comportar?


¿Se ha realizado una evaluación de riesgos y se han comunicado sus conclusiones?


¿Se pregunta periódicamente a los trabajadores sobre posibles problemas para la salud y la seguridad?


¿Se ha facilitado a los trabajadores toda la información, instrucciones y formación pertinentes sobre las sustancias peligrosas presentes en el lugar de trabajo, incluidas las precauciones que deben adoptar para protegerse a sí mismos y a los demás empleados?


¿Saben todos los empleados:cómo sacarle el máximo partido y utilizar debidamente todas las medidas de control existentes?


a quién deben comunicar los problemas y los defectos que puedan tener las medidas de control?


qué deben hacer en caso de accidente, incidencia o emergencia que afecte a sustancias peligrosas?


Sensibilizantes cutáneos


Las enfermedades profesionales de la piel son causadas por el contacto con determinadas sustancias en el trabajo. Las áreas afectadas suelen ser las manos y antebrazos, a su vez las zonas más propensas a entrar en contacto con la sustancia, pero pueden extenderse a otras partes del cuerpo. Los primeros síntomas son sequedad, enrojecimiento y picores. La piel puede hincharse, agrietarse, escamarse y engrosarse y pueden aparecer ampollas. La rapidez de una reacción cutánea depende de la fuerza o potencia de la sustancia y de la duración y frecuencia del contacto con la piel. Estos cambios cutáneos suelen mitigarse cuando el trabajador goza de un periodo de descanso, por ejemplo durante los fines de semana y las vacaciones.


Los trabajadores expuestos a un mayor riesgo son los que habitualmente manejan líquidos y utilizan agua, lo que puede superar la barrera defensiva natural que constituye la piel. También puede contribuir la exposición de la piel a temperaturas extremas, radiación solar y riesgos biológicos.


En la agricultura, las proteínas animales de la orina y el material epitelial son sensibilizantes cutáneos en potencia, junto con la harina y algunas verduras, plantas y especias.


El sistema inmunológico humano está creado para defender al organismo contra los agentes infecciosos y otros agentes nocivos procedentes del exterior. La sensibilización es una forma concreta de inmunización; esta sobrerreacción es lo que se denomina alergia. Los agentes que provocan alergias en la piel son los alérgenos cutáneos.


Hay dos clases diferentes de sensibilizantes cutáneos en los materiales naturales: las sustancias químicas y las proteínas. La alergia cutánea a las sustancias químicas suele desarrollarse gradualmente, mientras que la alergia a las proteínas puede manifestarse con mucha rapidez. En algunos casos, los alérgenos pueden provocar síntomas en la piel tras su inhalación o ingestión.


También es posible que el contacto cutáneo con sustancias químicas provoque síntomas respiratorios de tipo alérgico. Algunas sustancias peligrosas, como las que contienen las plantas y algunos productos farmacéuticos, pueden provocar reacciones foto alérgicas si se combinan con la exposición a la luz solar.Sensibilizantes respiratoriosLas reacciones que se producen en las vías respiratorias y los pulmones de los trabajadores que inhalan sustancias y partículas en su trabajo se dividen en tres categorías principales:Muchas enfermedades conocidas, como la asbestosis o la silicosis, vienen provocadas por fibras y partículas que se depositan en el tracto respiratorio.


Diversos tipos de agentes naturales y sintéticos utilizados en el lugar de trabajo pueden provocar también enfermedades respiratorias de tipo alérgico, asma de origen laboral, rinitis o alveolitis, que se han extendido constantemente en los últimos años.Las sustancias irritantes del aparato respiratorio, como el humo de tabaco en el ambiente, el cloro, el polvo en general e incluso el aire frío, pueden provocar crisis en personas que ya sufran de asma. En estos casos, aunque la persona no muestra una hipersensibilización ante el agente específico, la crisis sigue estando relacionada con el trabajo.La respuesta del sistema inmunológico humano frente a las amenazas externas que plantean los agentes químicos y biológicos puede ser una reacción alérgica en las vías respiratorias. Entre sus síntomas se encuentran la tos, la respiración agitada, el resuello y la falta de aliento, los estornudos, el goteo y la congestión nasal, los ojos rojos irritados e inflamados, y también la fiebre y los dolores musculares y articulares.Todas estas enfermedades presentan algunos rasgos comunes:Para desarrollar la enfermedad es precisa una exposición recurrente, ya sea de bajo nivel durante mucho tiempo o de alto nivel en picos concretos. Durante este periodo no se observan síntomas.Tan sólo algunas de las personas expuestas se ven afectadas.Cuando una persona se sensibiliza, cada vez que entra en contacto con la sustancia, aunque sea en cantidades ínfimas, pueden desencadenarse los síntomas en niveles mucho más bajos de los que provocaron el estado de hipersensibilidad.Los síntomas pueden aparecer inmediatamente después de la exposición o varias horas más tarde, posiblemente por la noche, de modo que no resulta evidente el vínculo con la actividad laboral. Suelen mejorar cuando el trabajador se encuentra en período de descanso, durante los fines de semana y las vacaciones.

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